La minería, al igual que hace siglos, sigue jugando un papel determinante en la explotación y saqueo de la riqueza y de los recursos naturales de nuestro país.
De acuerdo con la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema), tan sólo entre 2005 y el primer trimestre de 2009 el gobierno federal entregó 2 millones y medio de hectáreas en concesiones mineras en la región de Jalisco, Nayarit, Colima y Michoacán, una superficie que representa el 15.6% de todo el territorio de Nayarit, 12.3% de Jalisco, 12.8% de Colima y 16.4% de Michoacán.
De acuerdo con este organismo, “ni en los crueles tiempos de la colonia, ni bajo la dictadura de don Porfirio, la agresión a las comunidades rurales y a la madre tierra fue tan grande como en los últimos gobiernos”.
Así, gracias a la política entreguista del gobierno, reflejo de una política neoliberal, se sigue despojando a numerosas comunidades de sus tierras y recursos.
No obstante que el derecho que se practica en tribunales y casos litigiosos sigue siendo clasista y racial, han existido importantes avances en materia internacional que pueden ser auténticas herramientas para evitar el despojo cotidiano del patrimonio de decenas de comunidades que hoy por hoy se ven laceradas por la acción de mineras nacionales y trasnacionales.
Primer encuentro
Hace casi un año se realizó el primer encuentro de la Rema, en el poblado de Temacapulín, municipio de Cañadas de Obregón, Jalisco, los días 19, 20 y 21 de junio.
Ahí, los asistentes, además de respaldar a los pobladores contra la construcción de la presa El Zapotillo, denunciaron una serie de acciones de hostigamiento y represión contra los esfuerzos organizativos de defensa de comunidades en diversos estados de la República:
De Guerrero se denunció el hostigamiento de que han sido objeto los opositores a los trabajos de explotación en el ejido Real de Limón y Nuevo Balsas, municipio de Cocula, realizadas por la minera Media Luna, subsidiaria de la corporación canadiense Teck Cominco; así como de amenazas de muerte. De Oaxaca se denunció la actitud alevosa de la Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía, que sin mediar consulta entre comuneros del municipio de San Juan Tepeuxila, distrito de Cuicatlán, subastó al mejor postor una extensión de 3 mil 500 hectáreas de terreno comunal. De Chihuahua se denunció la nula respuesta que la Minera Dolores, subsidiaria de la trasnacional canadiense Minefinders, a la demanda de los pobladores del ejido Huizopa, del municipio de Madera, por la arbitraria propuesta de desalojarlos de su pueblo para explotar recursos del subsuelo.
De Jalisco y Colima se denunció el asedio que desde el 12 de diciembre de 2007 diversas corporaciones policiacas del gobierno del estado de Colima, que encabeza Silverio Cavazos Ceballos, contra habitantes de los poblados nahuas de El Platanar, en el ejido Plan de Méndez, y Las Pesadas, en el ejido de Ayotitlán, en el municipio de Cuautitlán de García Barragán, Jalisco, donde están asentadas las minas a cielo abierto Peña Colorada y Minera del Norte, subsidiarias de la corporación ítalo-argentina Ternium-Hylsa; generando entre otros el conflicto de límites territoriales, con más de 406 kilómetros cuadrados y desplazamientos humanos donde existen violaciones continuas a derechos fundamentales.
Declaración de Temacapulín
Además de denunciar decenas de casos en similar situación, en dicho encuentro la Rema emitió la Declaración de Temacapulín, que fue suscrita por más de 40 organizaciones de 12 entidades. Ahí se señalaron, entre otros puntos:
“Contra el sentido de la historia de lucha por la soberanía y la autonomía de nuestros pueblos sobre territorio, recursos y destinos, la política gubernamental de los últimos 25 años ha entregado el territorio y sus entrañas a las empresas mineras trasnacionales y trasnacionalizadas, 200 mil kilómetros cuadrados; es decir, el 9 por ciento del territorio nacional ha sido entregado y regalado, como concesiones mineras.
“Bajo un nuevo colonialismo, las empresas invaden territorios de nuestros pueblos originarios, para apropiarse de las entrañas de nuestra tierra. Millones y millones de toneladas de suelo y rocas son removidas con maquinaria pesada y envenenadas con químicos, dejando impactos, efectos y trastornos a nuestra población a cambio de una nueva falsa modernidad.
“Con una falsa idea del “desarrollo”, del “progreso” y “la modernidad” que la globalización corporativa y su sistema de especulación financiera alientan, se repite el saqueo y la exportación de recursos minerales, dejando a los pueblos y comunidades pagar los costos de la destrucción sistemática.
“Empresas cómplices invaden territorios engañando a la población y corrompiendo a las autoridades locales y estatales: las falsas promesas de bienestar, carreteras o miserables rentas por la tierra, son los anzuelos tradicionales o los nuevos espejos o cuentas de vidrio a cambio de metales preciosos o industriales”.
Segundo taller
Dado lo anterior, se acordó continuar en la Rema y en la organización de las comunidades para la acción, prevención y defensa íntegra de los recursos y derechos de las comunidades; proporcionar información sobre derechos, leyes y medios efectivos, y avanzar en propuestas alternativas, justas y efectivas desde los intereses populares.
De esta forma, se llevará a cabo el segundo taller de Reflexión y Acción Frente a la Minería, este fin de semana, del 12 al 14 de junio de 2009, en Cuautitlán de García Barragán, que reunirá a miembros de la región Occidente y Centro de la República. Interesados, consultar myor información en el correo de la Red Jalisciense de Derechos Humanos: tenamaxtli3@yahoo.com.mx.
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