viernes, 29 de mayo de 2009

XXV REUNIÓN PLENARIA AMPLIADA DEL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA

13 Y 14 DE JUNIO 2009

CONVOCATORIA
CONSIDERANDO que la XXIV Reunión Plenaria del Congreso Nacional Indígena de la región Centro Pacifico, que tuvo lugar el pasado mes de noviembre en la comunidad nahua de Chimalaco, municipio de Axtla, S. L. P., acordó la realización de una próxima reunión regional en la comunidad nahua de Santa María Ostula, municipio de Aquila, Michoacán, y que dicho acuerdo fue ratificado y avalado por la asamblea general de comuneros de Santa María Ostula;

CONSIDERANDO que las comunidades nahuas de la costa de Michoacán, al igual que todos los pueblos de México, han sido sometidas en los últimos años a los peores despojos, atracos judiciales, explotación, represión y destrucción indiscriminada de sus territorios y cultura por parte de los grandes capitalistas, latifundistas y gobernantes;

Y CONSIDERANDO que únicamente a través de la unidad de los pueblos indígenas del país entre sí y con todos aquellos mexicanos y mexicanas que son víctimas de explotación, despojo y represión, podrá ser posible el respeto de nuestros derechos más fundamentales:

Se convoca a los pueblos, comunidades y organizaciones indígenas de todo el país, a la:

XXV REUNIÓN PLENARIA AMPLIADA DEL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA EN LA REGIÓN CENTRO PACÍFICO

QUE SE LLEVARÁ A CABO EN LA COMUNIDAD INDÍGENA DE SANTA MARÍA OSTULA, MUNICIPIO DE AQUILA, MICHOACÁN, LOS PRÓXIMOS TRECE Y CATORCE DE JUNIO DEL AÑO EN CURSO, EN PUNTO DE LAS 09:OO HRS., CON EL SIGUIENTE.

TEMARIO1.- El despojo de los territorios indígenas y la explotación de nuestros pueblos y comunidades.2.- La protección de nuestros territorios, culturas, leyes y gobiernos propios a partir del autogobierno, la autodefensa y el ejercicio de la autonomía.

ATENTAMENTESanta María Ostula, Michoacán, a 14 de mayo de 2009.NUNCA MÁS UN MÉXICO SIN NOSOTROS

EL COMISARIADO DE BIENES COMUNALES

FRANCISCO DE ASÍS MANUEL
Presidente
NICANDRO NICOLÁS GÓMEZ
Secretario
VÍCTOR CELESTINO GRAJEDA
Tesorero
FIDEL PÉREZ DOMÍNGUEZ
Presidente del Consejo de Vigilancia
RÓMULO VILLALOBOS DOMÍNGUEZ
Jefe de Tenencia

Nota 1.- Santa María Ostula se localiza en la costa del estado de Michoacán, en el municipio de Aquila, a unos 700 kilómetros de la Ciudad de México, 425 de Morelia ó 120 de Colima. Para llegar en transporte público desde la Ciudad de México se puede tomar un camión en la Central del Poniente o del Norte con rumbo a Tecomán, Colima, y de ahí se toma un camión Flecha Amarilla que llega a Ostula o en su defecto tomar cualquier camión que viaja en la ruta Tecomán-Lázaro Cárdenas. Por carretera es posible llegar desde Morelia viajando al puerto de Lázaro Cárdenas para tomar la carretera costera número 200 con dirección a Tecomán, Colima y desde Guadalajara hay que viajar por la carretera libre número 54 (ó 54 “D” si es por autopista) con rumbo a Tecomán y ahí tomar la carretera costera número 200 con rumbo a Lázaro Cárdenas. La entrada a la comunidad se localiza aproximadamente en el kilómetro 185 de la carretera número 200.
Nota 2.- La alimentación y el hospedaje de los delegados indígenas serán proporcionados por la comunidad. Traer cobija o bolsa de dormir.

jueves, 28 de mayo de 2009

EXTRACCIÓN DE MINERALES I

Área de Semarnat “obstruye” investigación en mina de Oaxaca

  • Trabada, labor de comisión legislativa de medio ambiente

Angélica Enciso

El área de enlace legislativo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha obstruido el trabajo de expertos en el caso de la contaminación ambiental provocada por la minera Natividad y Anexas, ubicada en Capulalpan de Méndez, Oaxaca, donde comunidades indígenas han sido afectadas.

Esto lo señalaron los diputados Carlos Roberto Martínez, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y Diego Cobo, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), integrantes de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, quienes también han presentado denuncias de hechos ante las procuradurías Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y General de la República (PGR), en las cuales acreditan la contaminación de suelo y agua con metales pesados, así como la disposición inadecuada de bifénilos policlorados, químicos persistentes y bioacumulables.

Todo esto, indicaron, sería “razón suficiente para que la autoridad clausurara temporalmente la mina”.

Informaron que la comisión autorizó la erogación de recursos para realizar un viaje a aquella empresa en compañía de especialistas, con el fin de realizar un muestreo en la zona por la contaminación, por lo que solicitaron el apoyo al Instituto Nacional de Ecología y al Centro Nacional de Investigaciones y Capacitación Ambiental, el cual está especializado en polución de suelo, agua y vegetación.

Detallaron también que pese a que los titulares de los organismos desconcentrados de la Semarnat manifestaron disposición para realizar dicha actividad, la oficina de enlace legislativo obstaculizó el viaje de los peritos especializados y hasta el momento la comisión no ha recibido respuesta de manera oficial.

La comisión legislativa considera que es necesario llevar a cabo muestreos en los sitios contaminados por las actividades mineras, por lo que se dio a la tarea de contactar a los especialistas de la Semarnat. El resultado del muestreo sería integrado a la denuncia radicada en la PGR, dijeron.

Por ello, los legisladores expresaron preocupación por la actuación obstructiva de la oficina de enlace legislativo.

miércoles, 27 de mayo de 2009

El panismo y la minería colonial

Luis Linares Zapata
La jornada. Opinión.

No satisfechos con la reproducción de la añeja formación de partido hegemónico que caracterizó al priísmo en los inicios de su época decadente, el panismo se aferra a ese modus operandi y lo trata de usar para prolongarse en el poder federal. Los panistas llegaron en 2000 con la promesa de consolidar la democracia, arraigada pulsión de los mexicanos durante más de un siglo de vigencia. Lejos de ese cometido inocularon, dentro del ya muy deteriorado sistema presidencial, las propias y pequeñas visiones. Sus ambiciones, desmedidas para sus cortos tamaños, van terminando en cerrados feudos de poder con tufos de sacristía.

Los panistas encumbrados tienen, por estos días de crisis profundas y futuros borrosos, un pleito de callejón con la cúpula priísta, a la que han logrado dividir. En el fondo, tan agria disputa es, ciertamente, electorera. El amasiato estructural es fuerte, íntimo, complementario se podría llegar a decir. Juntos han introducido y sostienen el modelo vigente, a pesar de las grietas y quiebres que muestra por todos lados.

Ambas formaciones políticas concuerdan en que la crisis económica, que ha sumido al país en una de sus peores decadencias, viene de fuera. Los priístas dicen que también los panistas han puesto de su parte para hacerla mayor. Ninguna de las dos facciones acepta que las crisis, alimentaria, económica, de seguridad, de salud y desigualdad, han sido, en el fondo y superficie, de manufactura propia. Tales crisis se implantaron, contra viento y marea, por la integración subordinada y dependiente a la globalidad durante el último cuarto de siglo. Y lo han hecho armados de una constancia digna de elogio: buscando siempre sacar algún provecho personal o de grupo.

Pero algo ha ido quedando en la trastienda sin que alcance la superficie de la conciencia colectiva: la feroz entrega de la minería al extranjero, en especial a los canadienses y a dos que tres grandes traficantes de influencias nacionales. La han cedido sin gracia ni talento. La han sustentado con todas las complicidades requeridas para hacer de ese sector un enclave colonial. Colonial en el más arraigado y depredador sentido del término. Los agraciados se llevarán cuanto encuentren y dejarán despojos. Durante los últimos cuatro periodos presidenciales, México ha pasado a ser un territorio de captura, poquiteramente subastado a los gambusinos más voraces. México es hoy en día un país lleno de huecos y tajos a cielo abierto como no se veía hace ya tiempo, un simple proveedor de materia prima.

En verdad, la minería es una actividad básica y redituable, digna, necesaria para el desarrollo cuando se le usa como instrumento inicial de todo un proceso integrador de cadenas productivas. La formación de técnicos especializados, mineros esforzados y valientes es un requisito indispensable para su florecimiento. El cultivo de conocimientos para el estudio de la naturaleza es concomitante con la búsqueda de formaciones geológicas. La minería es una actividad que exige movilizar enormes recursos técnicos, financieros, humanos, organizativos para emprender aventuras de proporciones mayúsculas. Las minas no son para improvisados ni para timoratos, pero tampoco deben ser puestas en manos de empresarios que atropellen derechos y leyes, tal como pasa en este país. Trasnacionales ventajosas, depredadoras, en colusión con jueces venales, abogados chicaneros, gobernadores que no atienden el interés de sus ciudadanos, funcionarios que sólo buscan complacer y sacar tajada, son los ingredientes que han puesto a la minería al servicio de unos cuantos, preferentemente extranjeros.

Los ejemplos de tales bellaquerías sobran, brotan por todo lo ancho y profundo del país. En Cananea, una mina trabajada desde hace ya más de un siglo por esforzados hombres y mujeres, la mayoría sonorenses, una colusión de intereses los quiere someter sin recato ni respeto a sus derechos. Los mineros han sido atacados por un gobierno federal envuelto en los intereses de un empresario que actúa a la usanza de los tristemente célebres robber barons del viejo oeste estadunidense. Pero los trabajadores han resistido y triunfarán porque tienen la historia de su lado, la solidaridad de algunos y han hecho bien su labor política, social y jurídica. También está la lucha emprendida por buena parte de la sociedad potosina que defiende sus derechos a gozar de una rica herencia cultural, hoy amenazada por las explosiones de la mina San Xavier. Quieren impedir que sigan arrasando con todo el cerro que les da identidad y contaminen el entorno y sus aguas. La minera, sucursal canadiense, contra todo mandato legal sigue devorándose el cerro en busca de oro y plata. El panismo más retrógrado las apoya con decidida pasión de talibanes bajo paga. Otros casos pueden encontrarse en Sonora, donde los ejidatarios de Mulatos (Sahuaripa) también pelean, solos, por sus posesiones, su pueblo, el agua que tan escasa es en esa alta región serrana. De nuevo los canadienses (con similares tácticas: prestanombres, abogados serviciales, golpeadores, espías comunitarios, legisladores cómplices, policías a su servicio y demás parafernalia represora) quieren sacar raja hasta de una población abandonada por aquellos que deberían estar a su servicio e intereses y no del lado de los poderosos. Qué decir de los ejidatarios de Huizopa, en Madera, Chihuahua, que se quieren defender de otra minera canadiense (Minefinders). Buscan, con toda justicia y apoyados en la ley, ser partícipes del negocio, no simples y poquiteros arrendadores de sus vastas y ricas tierras en minerales (oro y plata de nuevo) Todos estos mexicanos, marginados y en lugares remotos, no tienen, ni han encontrado a pesar de buscarlo, el respaldo que deberían recibir de la autoridad para su mejoría económica y bienestar. De eso y de ésos no se ocupan los panistas. Ellos atienden el negocio central, el que les acercan los exquisitos, el de las jugosas concesiones, las asesorías de prestigio y el dinero fácil y rápido, aunque sea de poco en mucho. Ésa es su forma íntima de ser y ejercer el poder, sin un dejo de justicia.

Detienen a activista en Chihuahua

Rubén Villalpando y Miroslava Breach Velducea. Corresponsales. Ciudad Juárez, Chih., 26 de mayo. Pese a los acuerdos que pusieron fin al conflicto con la compañía minera Dolores –filial de la canadiense Minefinders–, Enrique Torres González, luchador social y ex comisario ejidal de Huizopa, fue detenido el lunes por encabezar el año pasado protestas en demanda de indemnización por daños y un beneficio justo por el oro extraído.

Tras cumplirse la orden de aprehensión por daños y obstrucción de vías de comunicación, los ejidatarios comenzaron a reorganizarse y advirtieron que se viola el acuerdo firmado con la empresa para resolver el conflicto en la comunidad de Huizopa, en la sierra del municipio de Madera.

El también activista Tomás Ruiz Mendoza anunció que si Torres González sigue detenido se iniciarán las protestas, ya que la toma de una empresa no puede ser considerada delito grave.

A su vez, la Procuraduría General de Justicia estatal informó que policías ministeriales detuvieron al dirigente a raíz de la denuncia que la empresa interpuso en mayo de 2008 por el bloqueo a la mina durante dos semanas, como parte de la lucha de los campesinos contra la explotación ilegal y la contaminación de sus tierras.

Además, la detención se llevó a cabo luego que los ejidatarios acudieron a la mina para recibir las llaves de seis viviendas donde se reubicarán familias de la zona contaminada, así como un apoyo de 45 mil pesos para la iglesia y 50 mil pesos para el equipo de beisbol Los Venados.

En esa ocasión el propio Torres González afirmó que más de 50 por ciento de los 220 ejidatarios estaban inconformes con la minera, pero había avances y se planeaba crear una empresa para dar trabajo a los ejidatarios.

La minera Dolores iba a firmar como aval para que los ejidatarios compraran a crédito maquinaria pesada a fin de ofrecer a la compañía a partir de julio servicios de reparación de caminos y acarreo de materiales.

En un comunicado, la empresa informó que pagaría la fianza.

martes, 26 de mayo de 2009

Habitantes de tres ejidos en Zacatecas exigen a minera canadiense cum plir compromisos.

Pago de regalías anuales e inversión en obras y educación, en Mazapil, entre las demandas

Alfredo Valadez Rodríguez. Corresponsal. Zacatecas, Zac., 25 de mayo. Habitantes de los ejidos Cedros, Mazapil y Cerro Gordo bloquearon por tiempo indefinido las instalaciones de la mina Peñasquito, el yacimiento de oro más grande del continente americano, inconformes porque la empresa canadiense Gold Corp no ha cumplido su compromiso de firmar un convenio para pagarles un porcentaje anual de 7 por ciento de la riqueza obtenida con la explotación del filón.

En conferencia de prensa este lunes en la capital del estado, representantes de los tres ejidos confirmaron que desde el fin de semana tienen bloqueados los tres accesos principales a la mina, ubicada en el municipio de Mazapil. Acotaron que también tomaron los 26 pozos de agua que abastecen al complejo minero, ubicado a unos 330 kilómetros al noroeste de la ciudad de Zacatecas.

El 21 de abril pasado, unos 300 campesinos y sus familias impidieron la entrada a Peñasquito, para entre otras exigencias “renegociar” los contratos

que, según los campesinos, firmaron hace tres años “con engaños y aprovechándose de nuestra ignorancia” para ceder a la empresa canadiense más de 5 mil hectáreas, a precio de 50 centavos por metro cuadrado.

Peñasquito, que tiene “reservas probadas y probables” de 17.4 millones de onzas de oro y más de mil millones de onzas de plata, dejó de operar totalmente dos días de abril por el bloqueo.

Más de 4 mil 800 trabajadores subcontratados en el complejo minero pararon labores, ante la protesta de los ejidatarios.

Luego de dos reuniones en las cuales, además de las partes en conflicto, participaron el gobierno de Zacatecas y el Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ) –que asesora legalmente a los ejidatarios–, se acordó levantar el bloqueo.

Las partes signaron un convenio de 12 puntos, que presentaron los ejidatarios. Incluían los compromisos de Gold Corp de invertir en obras de infraestructura urbana, salud y educación, así como de hacer una revisión de los contratos de ocupación, firmados en 2006 y 2008, mediante la Procuraduría Agraria.

La minera canadiense ofreció, además, indemnizar a los ejidatarios por la destrucción de un camino vecinal, de acuerdo con un avalúo comercial.

Como punto sujeto a “revisión”, los ejidatarios de Mazapil incluyeron la demanda de que, al igual que lo hizo en Guerrero con la mina Dos Filos, Gold Corp entregue en Zacatecas un porcentaje de 7 por ciento de las ganancias obtenidas con la explotación de los minerales preciosos. Felipe Pinedo, miembro del FPLZ y asesor de los ejidatarios, señaló: “En el estado de Guerrero, Gold Corp firmó un acuerdo de pago de 37 mil 200 pesos por hectárea anuales con los campesinos de aquel lugar; aquí en Mazapil, la misma empresa canadiense sólo quiere pagar 5 mil pesos durante 30 años, para explotar los yacimientos de oro de Peñasquito”.

Felipe Pinedo consideró que el reclamo de los ejidatarios de Mazapil no es un capricho, sino una petición legítima: “la ley minera obliga a la compañía Gold Corp a pagar a los campesinos de Zacatecas parte de las regalías obtenidas, las cuales oscilan alrededor de 17.5 millones de pesos diarios".

viernes, 22 de mayo de 2009

Hoy se cumplen 16 años del primer enfrentamiento entre Ejército y EZLN

  • Ocurrió en Corralchén; murieron tres militares y un rebelde

Elio Henríquez. Corresponsal. La Jornada. San Cristóbal de Las Casas, Chis., 21 de mayo. Este viernes se cumplen 16 años del primer enfrentamiento entre efectivos del Ejército Mexicano y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que ocurrió en la sierra de Corralchén, en la selva Lacandona, donde fue destruido el campamento rebelde Las Calabazas.

De acuerdo con la información que en su oportunidad dio a conocer el Ejército federal, el primer choque armado entre sus efectivos y las entonces desconocidas fuerzas zapatistas ocurrió el 22 de mayo de 1993, cuando elementos de tropa realizaban “prácticas de adiestramiento militar” por la zona de la sierra de Corralchén.

La información fue divulgada en una carta que el 31 de mayo de 1993 envió el teniente coronel José Guadalupe Rodríguez Olvera, jefe de la oficina de prensa de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), al entonces director de La Jornada, Carlos Payán Velver, luego de la publicación de varias notas en el diario alusivas al enfrentamiento.

En el documento se asentó que desde el 14 de mayo de ese año, personal del 83 Batallón de Infantería que se encontraba “desarrollando prácticas de adiestramiento en el terreno sobre áreas despobladas del municipio de Ocosingo, fue agredido con armas de fuego disparadas por un grupo indeterminado de individuos que presumiblemente realizaba actividades ilegales”.

Precisó que en los hechos resultó muerto un oficial y heridos un sargento y un cabo, y “al repelerse la agresión, perdió la vida una persona civil no identificada (en 1994 se sabría que se trataba de un oficial del EZLN), la cual portaba un fusil mini-14 calibre 223, hechos que oportunamente se hicieron del conocimiento del agente del Ministerio Público Federal en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez”.

En esa ocasión el vocero de la Sedena afirmó que “como resultado de lo anterior, se procedió a la búsqueda de los agresores en las áreas deshabitadas y aledañas al sitio del enfrentamiento, interceptándose en éstas a 10 individuos, entre ellos dos guatemaltecos, mismos que portaban armas de fuego y cartuchos de diversos calibres”.

Al continuar la persecución de los “desconocidos”, un día antes del asesinato del arzobispo de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo, el 23 de mayo de 1993, ocurrió un segundo enfrentamiento entre soldados y zapatistas, cuando éstos intentaban salir de la zona, aseveró.

En el segundo choque resultó herido otro oficial del Ejército Mexicano. Los muertos fueron el subteniente José Luis Vera de Jesús y Librado Santís Gómez, elemento de tropa; los heridos, Mauro García Martínez y Lucio Hernández Xolo, además del “desconocido”.

A raíz de los enfrentamientos y del descubrimiento y desmantelamiento del campamento zapatista, el Ejército Mexicano desplazó a la zona a miles de soldados. El centro de operaciones se estableció en Nazaret, donde Petróleos Mexicanos tenía instalaciones. Las operaciones fueron encabezadas por el propio titular de la Sedena, general Antonio Riviello Bazán, pero días después las tropas fueron retiradas por orden del presidente Carlos Salinas de Gortari, debido a que en el Congreso de Estados Unidos estaba por ser votado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Esto permitió al EZLN continuar con los preparativos y alzarse en armas el primero de enero de 1994, ante el asombro no sólo del país sino del mundo.

En este contexto fue presentado hoy el número 36 de la revista Ecofronteras, en la que, al hacer un balance a más de 15 años del levantamiento indígena, el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) afirmó que el surgimiento y evolución del movimiento zapatista “ha significado un cambio sustantivo en el devenir de los pueblos indios de México”.

Para Ecosur, “parece increíble que el Estado mexicano, con cerca de tres centenas de millares de militares bien armados y entrenados y con gran soporte económico, no haya podido borrar del mapa a un ejército indígena, casi analfabeta, casi sin armas, casi sin alimentos… pero con muchas esperanzas”.

jueves, 21 de mayo de 2009

Rechazar operación de minera canadiense en sus poblados, pacto indígena en Chiapas

Asamblea informativa en el ejido Matamba, A. C.
Foto: CEREC
Mayo 17 de 2009.










  • “En ningún momento daremos lugar a que destruyan nuestras tierras”, advierten.
  • Si entra a fuerza nos veremos obligados a tomar otras medidas, señalan en Chicomuselo.
Hermann Bellinghausen. Enviado. La Jornada. San Cristóbal de las Casas, Chis., 20 de mayo. Las comunidades de la Sierra Madre, en el municipio de Chicomuselo, rechazan la presencia en sus tierras de la voraz minera canadiense Backfire Exploration, a la cual los gobiernos de Pablo Salazar Mendiguchía y Juan Sabines Guerrero concesionaron –de 2005 a la fecha– 2 mil 352 hectáreas sólo en ese municipio.

La mayoría de los habitantes de las comunidades Huanacaste, El Terronal, Loma Bonita y Cuatro Caminos, en coordinación con las autoridades municipales y el consejo de vigilancia de la colonia Monte Sinaí, refrendaron su “inconformidad”, ya expresada anteriormente, “en cuanto a la explotación de las minas” en sus tierras.

Hoy dieron a conocer que, reunidos en asamblea el pasado día 14 en Cuatro Caminos, definieron que “por ningún momento daremos lugar a la empresa minera para que destruya nuestras tierras. Porque el lugar donde se ubica la mina es zona cafetalera y de manantiales donde las cuatro comunidades tenemos el agua potable; manifestamos que no destruyan los terrenos donde trabajamos, porque de allí sostenemos nuestras familias y, además, no queremos contaminaciones a nuestra salud, y los árboles, y animales, y cultivos”.


Así, advierten que “si la empresa minera llegara a las comunidades a negociar, no lo permitiremos, y en caso de que entrara a la fuerza nos obligaremos a tomar otras medidas, porque tenemos derecho a defender las tierras, patrimonio nuestro y de nuestros hijos y como ejidatarios. Las tierras que poseemos son ejidales, donde pagamos impuestos prediales, donde nadie de afuera venga a destruir lo que es nuestro”.

Ríos convertidos en basureros

Las mineras canadienses como Blackfire extraen agua en cantidades estratosféricas (incluso la cabecera municipal carece de suministro suficiente, aunque las montañas de la región son ricas en el líquido); la restante la contaminan, como ya ocurre con los ríos Tachinula y Yayahuita, y en consecuencia el Grijalva desde antes del cañón del Sumidero (que, promovido hoy por el gobierno como “maravilla del mundo”, más parece un basurero).


El filósofo Heráclito, además de saber algo de ríos, escribió en uno de sus Fragmentos: “Los buscadores de oro cavan muy hondo en la tierra y hallan muy poco”. Que se los digan a estas comunidades. Arsénico, cianuro, plomo, mercurio y ácido sulfúrico invaden aire, suelo y agua para que los buscadores obtengan oro, plata, barita o lo que haya, y se lo lleven en las narices de los verdaderos dueños de esas tierras. La plaga minera a cielo abierto se extiende por Chiapas, en particular en la sierra fronteriza: Comalapa, Motozintla, Mazapa de Madero, Chicomuselo.


La resistencia de los pueblos, especialmente los indígenas, se extiende a las regiones selva, altos, norte y Sierra Madre. El pasado 8 de marzo, mujeres de esas zonas se manifestaron en Tuxtla Gutiérrez contra las trasnacionales mineras Linear Gold y Blackfire, “que sólo ofrecen algunos empleos mal pagados y de muy alto riesgo”, pero “pretenden saquear nuestros recursos dejando a cambio graves padecimientos de salud, agotamiento de las reservas y fuentes de agua, así como devastación completa de montañas”.

Las inundaciones, deslaves y sepultamientos provocados por los huracanes Mitch y Stan demuestran que esa devastación genera otras, y las producirá más en el futuro si la aniquilación de tierras y montañas en la Sierra Madre sigue como va.

martes, 19 de mayo de 2009

INAGURACION DE PRIMER ENCUENTRO NACIONAL DE REMA 2009

Rescate de la comunidad

Bernardo Bátiz V.
La Jornada. Opinión. Mayo 16 de 2009.

Nos debe preocupar a todos el grado de descomposición al que está llegando nuestra sociedad; el cinismo de los más altos protagonistas públicos de los años recientes no es más que los síntomas de una grave enfermedad social; es el momento de rescatar nuestras comunidades diversas, en las que todos nos desenvolvemos. No podemos seguirlas dejando en manos de quienes han demostrado no sólo codicia y corrupción, sino ineptitud extrema.

Nuestros grupos sociales, el familiar, económico, los diversos grupos políticos, los educativos, los religiosos y los recreativos. Lamentablemente en varios de ellos, en forma casi absoluta y en otros más o menos parcialmente, hay fallas importantes y su funcionamiento, en lugar de servir para el desarrollo pleno de los integrantes, es un obstáculo para el crecimiento individual.

Es el momento de regresar al patriotismo, al amor a la patria, empezando por el hogar y después por su prolongación inmediata, que es el barrio, el municipio, la delegación en el caso del Distrito Federal, para pasar después al estado o entidad federativa y finalmente a la nación entera; todo necesita ser limpiado, restaurado, rescatado.

Es por ello alentador que desde diversos frentes se busca revivir el sentido de solidaridad que deben tener entre sí los habitantes de las comunidades sociales; el caso de la ciudad de México es muy importante y puede ser el detonante de un cambio de fondo. Circula ya una invitación en la que el gobierno de la ciudad, el fideicomiso del Centro Histórico, la Unión de Vecinos y de Comerciantes del Centro Histórico, el INAH y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, entre otras organizaciones, invitan a un encuentro para la construcción simbólica del espacio urbano, en él se presentará el resultado de 10 años de investigación antropológica urbana de la Escuela Nacional de Antropología e Historia; se trata de poner las bases para una política que vaya por un camino muy diferente al de las intrigas, las complicidades y las bajezas a que ha llegado una buena parte de lo que podríamos llamar nuestra clase política profesional, para empezar a conocernos mejor y a conocer los ámbitos sociales en los que nos desenvolvemos, no se puede amar lo que no se conoce.

Por su lado, otra entidad ocupada de la cultura y la educación, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, desarrolla un programa de módulos autosuficientes para diversos ámbitos de la capital del país, que se ha denominado Recuperación de los barrios.

Se trata de rescatar espacios y lugares que han sido arrebatados a los vecinos, bien por la delincuencia o por los ríos de vehículos que circulan a diario por las calles de nuestra urbe. Este programa busca también revivir el interés y el amor de los vecinos por sus pequeñas comunidades, barrios en primer lugar, pero también colonias y unidades habitacionales. El experimento, me recordó la trama de la novela de Chesterton El Napoleón de Nothing Hill, en la que el alcalde de este famoso barrio londinense dibuja su propia bandera de la localidad, levanta murallas y recluta voluntarios para defender su hábitat de la ambición de industriales poderosos que pretenden adueñárselo para sus negocios, por lo que despojan a la gente de las áreas antes frecuentadas por madres con sus niños, parejas de novios y viejos que salen a pasear y a charlar.

No tanto como levantar barricadas y reclutar milicianos, pero sí devolver a los diversos rumbos de nuestra ciudad, identificados por sus vestigios arqueológicos o históricos, por sus parques, por sus mercados o por otros establecimientos, el patriotismo local, el amor al terruño, identificado con el lugar en el que se vive y se convive con los vecinos.

Debemos empezar desde abajo si queremos sacudirnos la costra maligna que se extiende por todo el cuerpo político de nuestra comunidad nacional; los frentes de batalla son muchos, uno de ellos es, sin duda, la defensa del municipio o la delegación, que como atinadamente dijo alguien, es la prolongación de nuestra casa.

jusvbbv@hotmail.com

Desde el penal de la Palma

Ignacio del Valle
La Jornada. Opinión. mayo 16 de 2009.
Hombres y mujeres de todas las edades y de cada rincón de esta patria nuestra, en la ciudad, en el monte, en la selva, en la escuela, en la fábrica, en la mina, en el destierro, en el valle, en el encierro, desde el lugar donde nos encontremos, nuestra obligación es sobreprotegernos para seguir la marcha en este gran proyecto de nación, donde juntemos nuestras coincidencias del quehacer, haciendo a un lado intereses particulares o de grupo, sin aislar ninguna lucha por pequeña que parezca.

¡No tenemos que olvidar que los grandes incendios tienen su origen en una pequeña chispa! Y en estos momentos los incendios surgen por doquier y nuestra obligación es alentarlos y dirigirlos a los rumbos de unidad, respetando sus formas de organización, señalando siempre causas y efectos, poniendo siempre al enemigo común al descubierto y los medios de los que siempre ha hecho uso para mantenernos adormecidos, engañados, sometidos siempre a su antojo, calculando todo siempre en función de ganancias económicas, sin que les importen la humillación y el dolor de los jodidos, apropiándose de los medios de producción y explotando la fuerza de trabajo, manejando a su conveniencia desmedida el derecho de propiedad privada, acumulando riquezas a costa de sudor y sangre de esclavos, de plebeyos, de obreros, de campesinos jornaleros, quienes en su momento siempre han levantado la voz de la inconformidad, de rebeldía.

La lucha por la justicia siempre es natural en cualquier lugar, enfrentándose invariablemente ricos contra pobres, escribiendo con su sangre y ejemplo de dignidad que sí es posible un mundo de justicia para todos.

No tenemos que esperar ningún aniversario más para llorar ni lamentar la muerte de Zapata ni afinar discursos; vamos para decir: aquí estoy de palabra y no de corazón.

El mejor recuerdo a Zapata es la construcción de la unidad, organizada y consciente, donde sea que nos encontremos, porque la lucha es de todos, hombres y mujeres. Y ésta no da tregua ni se da sus vacaciones, ni tiene días de guardar; hasta cuando duermes tienes que soñar en la revolución. No importa de quién venga esa disposición de luchar, si en su esencia se compone de fe y unidad. Tenemos los motivos necesarios para no ceder nada, de ninguna especie, al enemigo al que no hay que dar tregua alguna.

Hasta cuando nos encontremos solos, la lucha sigue aún en nuestro interior, con nuestra actitud de indiferencia, de autosuficiencia, de soberbia, de ira incontrolada, envidia, pereza; de hierro y rabia en el combate hasta la victoria; generoso y digno con el pueblo, sin pedir a cambio nada, más que el honor de poder servirle.

La recompensa brillará en la sonrisa eterna de nuestros nietos, que de pan y miel se saciarán y en recuerdos luminosos encenderán sus días.

Zapata vive en cada puño levantado, en cada grito encabronado con el corazón al viento.

Como machete desenvainado, pintando de rojo el horizonte que nos llama a cumplir, ¡aquí, allá, la lucha seguirá!

lunes, 18 de mayo de 2009

UN FUTURO QUE YA FUÉ.

La Jornada. Mayo 18 de 2009

Hermann Bellinghausen

El agujero en la tierra es grande. Le dicen cráter, sin que lo sea. Es, sencillamente, una devastación, la carie que dejó una década de minería intensiva a cielo abierto hace muchos años, cuando no asomaban aún las compañías canadieneses que hoy infestan el mundo como jejenes en busca de los últimos residuos de oro bajo el suelo.

A Cerro de Flores el futuro llegó antes. Hace mucho. Tres generaciones. Los abuelos campesinos que creyeron las promesas del desarrollo y vendieron al gobierno, que concesionó a unos yanquis. Los padres que crecieron en donde era inútil ser campesino, la tierra estaba envenenada, los mineros y técnicos venían de otras partes; migraron inestablemente; se perdieron. Y los nietos, que ya comienzan a ser adultos y no vivieron aquel “progreso”.

Cuando llegué a Cerro de Flores y pregunté cómo arribar al cráter, los primeros informantes coincidieron en mandarme a la tienda de abarrotes calle abajo; allí, una mujer gorda tras el mostrador, en vez de responderme gritó: “¡Victorio!”, dos o tres veces. Esperé. Al menos había sombra y la canícula estaba en apogeo.

Me desconcertaba sentirme en un paraje posindustrial, inorgánico, casi urbano, aunque lejos de cualquier ciudad, bien adentro del así llamado campo. Lugar donde, para su engañosa suerte, resultó haber oro en un cerro, el Flores de su toponímico. Ya no existe. Es el cráter. Antes, supongo que si uno llegaba buscando el cerro ni preguntaba. Era visible. Sobre todo porque, según los recuerdos de la gente, tenía una formación geológica particular. No muy alto, en medio de la llanura, un cerro de laderas empinadas más bien rocoso. Lo cobijaban dos bosques que, como el cerro, ya no existen.

El poblado en sí conserva una apariencia rural, pero inundado de maquinaria abandonada, fierros oxidados, tinacos empotrados en cemento, bodegas en ruinas, esqueletos de dinosaurio.

Al fin apareció Victorio por una puerta que rechinó al abrir. Tomó su gorra beisbolera del mostrador. Se la puso, sonriente.

–Aquí el señor quiere visitar el cráter –dijo la mujer gorda, que resultó ser su mamá.

El muchacho seguramente no tenía nada mejor que hacer porque aceptó de buena gana. Me condujo a una calzada ya devorada por la maleza, con rieles en el centro, casi borrados. Rocas a los lados, y en ellas grafitis como salidos de Neza, coloridos o ya no tanto, estilizados y hasta violentos. Algunos, de Victorio mismo. Me los fue señalando los tres kilómetros del trayecto.

Tiene 24 años. A los 14 siguió a su padre a la capital, donde éste se había establecido luego de años de perderse en el norte y en Estados Unidos. Pero Victorio se cansó de andar de albañil, roló libremente por la ciudad del oriente y regresó a Cerro de Flores, igual que muchos otros, que les dio por hacer rarezas. Ahora, de ellos depende que haya nuevos niños. Nadie lo dice. Todos saben. De momento, quedan pocos especímenes de edad pueril en Cerro de Flores.

Los retornados han dado en construir esculturas con piedras, fierro y cascajo de la mina. Otros, edificios inútiles, pequeños, de inspiración ornamental posmo y escaleras sin destino, como las de Edward James, en Xilitla. Otros más pintan cualquier superficie muerta. Es el caso de Victorio.

Su camiseta de Pearl Jam fue negra alguna vez. Tenis. Un morralito que parecía parte de su cuerpo. Llegamos al cráter a través de ese work in progress colectivo y anónimo. Y, en efecto, era un gran cráter de roca, de nada. Un lugar donde la tierra desapareció. Hay todo un historial de casos de cáncer, leucemia, neumonitis y demencia por el cianuro, los solventes, el combustible.
La mina dio de sí. El aire ya se limpió. Crece vegetación, aunque baja y fea. El agua, la traen entubada de otra parte. La de Cerro de Flores y sus alrededores es imbebible, aunque cristalina, pues nadie toca los estanques y arroyos desde hace años. Hasta los perros aprenden que si la beben se llenan de pústulas y mueren. Y conste que vi perros; han de ser listos.

Sus comentarios, que no explicaciones, eran muy simples. Como él dijo, el rollo no se le da. Pero estos chavos, como Victorio, han emprendido una peculiar recuperación del paisaje. Una obra de arte, quizás efímera. “He’s a nothing maker”, dirían los Pretenders. El arte efímero es antiguo como el mundo, no se crea que lo inventó José Luis Cuevas. Y cuando existe, siempre es nuevo.

La red de agujeros que les heredaron sus abuelos la están llenando de formas fantásticas, colores eléctricos, águilas de hierro. Y en medio de todo, un hoyo negro. Victorio no lo miraba con odio. Más bien parecía sacar de ahí sus ideas, porque al regreso se detuvo en unos tubos apilados, sacó los aerosoles y se puso a pintar morras y garabatos, rapidísimo.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Minería: virus mutantes de la contrareforma indígena.

Magdalena Gómez

El laboratorio social confirma las evidencias de que la contrarreforma indígena de 2001 fue estratégica para la clase política y que en su definición operó la razón de Estado en clave neoliberal. De poco sirven las exiguas muestras de aplicación del artículo segundo constitucional en terrenos aparentemente seguros que ya en países como Guatemala se les ha denominado derechos permitidos; como sería la dimensión de los derechos linguísticos y los relativos a educación bilingüe e intercultural y, aun ellos, por cierto, deben ser sometidos a examen riguroso.

Dos elementos saltan a la vista en los días recientes: por una parte, la emergencia de los movimientos indígenas que se oponen a las concesiones mineras otorgadas en el marco de las reformas a la ley en la materia y, por otro lado, la aprobación unánime de una reforma en la Cámara de Diputados el pasado 23 de abril al artículo 17 constitucional para determinar la acción colectiva, no ciudadana, como se ha demandado, sino tutelada por instancias gubernamentales: la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), la Procuraduría Federal de Defensa del Consumidor (Profeco) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

De manera expresa se dice: las leyes que expida el Congreso de la Unión regularán los derechos colectivos, los cuales solamente podrán establecerse en materia de protección al consumidor, usuarios de servicios financieros y protección al ambiente. ¿Quién se acuerda de que la esencia del debate realtivo a los derechos de los pueblos indígenas se dio en torno a que se trata de derechos colectivos y difusos? Ahora resulta que derechos colectivos sólo podrán establecerse en las tres materias anotadas. Bien se ha dicho que a las leyes hay que analizarlas no solamente por lo que dicen, sino también por lo que callan.

Siguiendo los pasos reglamentarios de la contrarreforma referida, el 28 de abril de 2005 se publicaron reformas a la ley minera. Con ellas se declaró prácticamente abierto el territorio para la explotación minera, se colocó de manera indistinta a pueblos, comunidades indígenas, comunidades agrarias o ejidos para que en caso de que en sus tierras se realice una exploración y explotación tengan derecho preferente en la concesión, siempre y cuando logren mejorar cualquier oferta de empresas interesadas y reúnan todos los requisitos técnicos y de solvencia económica. Ésa es la derivación de la contrarreforma indígena que evitó que los pueblos tengan acceso al uso y disfrute de recursos naturales en las tierras y territorios que actualmente ocupan y el soporte que el Estado está utilizando, pasando por encima de los derechos reconocidos a dichos pueblos en el plano internacional. (Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.)
Pero resulta que los pueblos sí saben de derechos y por ello se organizan para hacerlos valer. No es casual que en las entidades donde se están otorgando concesiones esté presente el movimiento de resistencia a las mismas: el 5 y 6 de abril pasados en la comunidad de San Pedro Chico Zapote, en la región de la Cañada de Oaxaca, se realizó el primer Encuentro Nacional de la Red Mexicana contra la Minería, en el cual organizaciones de Oaxaca, Guerrero, Chiapas y de San Luis Potosí analizaron sus experiencias en contra de los proyectos mineros, destacando que más de 90 mil hectáreas del territorio oaxaqueño están concesionadas por el gobierno federal a empresas mineras, principalmente canadienses, quienes han recibido concesiones sin consultar a los pueblos, como marcan convenios internacionales, por ejemplo, el 169 de la OIT.

Por su parte, el Foro Tejiendo Resistencias (que se llevó a cabo 17 y 18 de abril, en el municipio de San Pedro Apóstol, Ocotlán, Oaxaca) ofreció un recuento de los proyectos como el turismo a gran escala, la construcción de represas, la explotación minera, la construcción de complejos inmobiliarios, diversas infraestructuras, producción de energía eléctrica, explotación petrolera, explotación de mantos acuíferos para negocios particulares, entre otros. Con ello, concluyeron los participantes, se impulsa de manera clara una privatización de los territorios y recursos naturales, mayoritariamente localizados en comunidades indígenas y campesinas.

En este contexto, la criminalización no se hizo esperar: el pasado 7 de mayo, el Colectivo Oaxaqueño por la Defensa de los Territorios denunció la agresión policiaca y detención de 25 comuneros de San José del Progreso, Magdalena Ocotlán y comunidades aledañas, por su resistencia frente al proyecto de exploración y explotación minera de oro y plata de la Compañía Minera Cuzcatlán, empresa subsidiaria de la Compañía Canadiense Fortuna Silver Mines Ltd.

Ahí quedan algunos botones de muestra sobre lo que está en juego para la vida de los pueblos indígenas. Para ellos la epidemia viene de muy antes y, como vemos, no se confían de tapaboca alguno.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Represión en Ocotlán Oaxaca








Por tratarse de un asunto de interés público en momentos en que el Estado mexicano por sugerencia del Departamento de Estado norteamericano, Hillary Clinton, de seguridad Janeth Napolitano y asesores de CIA,pone en práctica medidas de CONTENCIÓN SOCIAL, so pretexto de una emergencia sanitaria, más en la imaginación del estado que en la realidad, ampliamente difundido por los medios convencionales de comunicación, quienes manipularon ampliamente a la opinión pública, hacemos patente nuestra adhesión a la presente denuncia y seguimos alertando a toda la sociedad civil, nacional e internacional, sobre las implicaciones que las acciones de resistencia pueden tener a futuro.

Mayo 6 del 2009

· El Estado nuevamente utiliza el uso excesivo de la fuerza pública para solucionar conflicto en San José el Progreso ante la resistencia de los habitantes a la exploración minera en su localidad.

· El estado viola derechos humanos de las comunidades indígenas.

· La protesta es un derecho, la represión un DELITO.

El Centro Regional de Derechos Humanos “Bartolomé Carrasco Briseño” A. C. y la COMISIÓN DIOCESANA DE JUSTICIA Y PAZ REPRUEBAN Y CONDENAN el uso excesivo de la fuerza pública como método institucional para acallar la voz y la participación de los inconformes ante los proyectos mineros; no es con la represión, detención y tortura como se resuelve la inconformidad, por el contrario genera más revuelta social y graves violaciones a los derechos humanos.

A los habitantes de las comunidades de San José el Progreso, Ocotlán Oaxaca se les están Violando sus Derechos Humanos:

- Derecho a la tierra, territorio y recursos naturales,

- Derecho a la información,

- Derecho a la consulta,

- Derecho a la participación,

- Derecho a la integridad física,

- Derecho al desarrollo,

- Derecho a la organización y a la protesta social.

Exigimos

· Al Gobierno Federal y Estatal garantizar estos derechos de las comunidades indígenas afectadas por el proyecto minero.

· Que el Estado Mexicano se abstenga de hacer uso de operativos policíaco-militares como vía de resolución del conflicto y que garantice se resuelva mediante diálogo, ya que éste tipo de acciones violentan los derechos humanos y no atienden las causas estructurales que los generan.

· Que las instituciones del Estado respeten los derechos de las comunidades al consentimiento libre, previo e informado sobre el futuro de sus tierras, territorios y recursos naturales, de acuerdo a la legislación nacional y a los instrumentos internacionales firmados por México (Convenio 169 de la OIT).

· Que la Secretaría de Economía Federal revise y en su caso suspenda la concesión otorgada para este proyecto de exploración minera, ya que, al no existir estudio de impacto ambiental y programa de atención a contingencias éste pone en grave riesgo la vida y la integridad física de las comunidades.

· Que cese la criminalización del movimiento de resistencia contra la minera.

· Garantizar la integridad física y psicológica de los detenidos.

· Garantizar el acceso a la justicia pronta y expedita de los detenidos.

· Alto a la represión de los habitantes de San José el Progreso Ocotlán de Morelos, Oaxaca.