En momentos en que las amenazas sobre el territorio oaxaqueño se recrudecen, sobre todo en áreas de afectación por los megaproyectos, específicamente los de corte minero, es sumamente importante la participación de las comunidades y núcleos ejidales dentro de las áreas de afectación, tal como sucede en la cuenca hidrológica comprendida dentro del proyecto “La Raquelita I”, ubicado en el municipio de San Juan tepeuxila, pero que en realidad afecta a todos las comunidades circunvecinas y a los núcleos ejidales y distritos de riego en la cañada cuiateca, los cuales como se estila, hasta el momento no han sido cabalmente informadas de manera oficial, más aún la delegación de gobierno del estado de Oaxaca, asentada en la zona, ha intentado minimizar el impacto de los trabajos de difusión que el CONGRESO AUTÓNOMO CUICATECO, con el valioso apoyo del CENTRO DE ESTUDIOS DE LA REGIÓN CUICATECA, CEREC, ha realizado en diversas comunidades.En este marco, los días 5 y 6 de abril se realizó en la comunidad, porque ya lo es por derecho propio conformada por los ejidatarios de San Pedrito Chicozapotes, el primer “TALLER DE REFLEXIÓN Y ACCIÓN FRENTE A LA MINERÍA, Defendamos nuestros derechos, vida y naturaleza”, mismo que contó con la asistencia de delegados de la región sur de la Red Mexicana de Afectados por la Minería, REMA, provenientes de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, lugares en donde el impacto de la minería ha sido devastador y se ha iniciado una resistencia cuyos vínculos a nivel nacional han despertado la concienca de los afectados y permitido la organización cada vez más efectiva.
Será por eso que la delegación de gobierno en la cañada intentó, infructuosamente, contrarrestar el mencionado taller, difundiendo la especie de que las comunidades cuicatecas, de la parte alta, bajarían a tomar la carretera y bloquear el puente, incluso con el apoyo del subcomandante Marcos, que en la imaginación del subdelegado se encontraría en la zona. Tal es la desesperación del poder que busca con mecanismos como este desestabilizar el trabajo del CONGRESO AUTÓNOMO CUICATECO, ignoran que nos preparamos para una resistencia a largo plazo, al menos los cincuenta años que contempla el proyecto minero mencionado.
Por lo mismo seguiremos participando con el REMA, sobre todo porque nuestros hermanos del CEREC son cofundadores del mismo, y desde ahora asumimos los compromisos de coordinación que se deriven de la lucha común de los mexicanos afectados por los depredadores megaproyectos.
Finalmente reafirmamos que CONGRESO AUTÓNOMO CUICATECO avanzará con las comunidades y ejidos cuicatecos hasta donde estos consideren necesario, el CAC es un organismo de estas comunidades y ejidos y está por encima de cualquier intento por desestabilizarle.
Esta fue una de las primeras actividades que vinculan al movimiento cuicateco con el movimiento nacional e incluso internacional, de ahora en adelante realizaremos un mayor esfuerzo de coordinación y difusión de las implicaciones de los megaproyectos en la región cuicateca y buscaremos una participación más activa de todos y todas los cuicatecos y cuicatecas en la defensa de nuestros derechos comunitarios, tal comolo hemos venido haciendo desde hace tiempo.
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